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Suplicantes

Cincuenta mujeres, las hijas de Dánao, huyen de Egipto para evitar casarse con sus cincuenta primos. Llegan a Argos, de donde su familia proviene originariamente a través de la unión de Zeus con Io. Solicitan allí hospitalidad en calidad de suplicantes y son bien recibidas por los pelasgos, que deciden en Asamblea alojarlas en su ciudad. Sus primos egipcios llegan en una expedición naval y, sobre el final de la obra, se respira un clima de guerra entre argivos y egipcios a causa de las Danaides.
La elección de Argos tomada democráticamente, ir a la guerra, representa el carácter y la concepción del poder de los atenienses, frente a otros esquemas y concepciones más propios de bárbaros según el punto de vista de ellos. La trilogía posiblemente culminaba con un deus ex machina de Afrodita dando a la ciudad un nuevo rito matrimonial, exponiendo de ese modo cómo para Esquilo las instituciones áticas fundan su superioridad en que son herencia de los dioses.