Con la publicación de Cartas quillotanas, de Juan B. Alberdi, y de Las ciento y una, de Domingo F. Sarmiento, inauguramos una colección que reproducirá las grandes polémicas que tuvieron como protagonistas a importantes figuras de la historia argentina.
Con la publicación de Cartas quillotanas, de Juan B. Alberdi, y de Las ciento y una, de Domingo F. Sarmiento, inauguramos una colección que reproducirá las grandes polémicas que tuvieron como protagonistas a importantes figuras de la historia argentina.
La intención es recuperar para la memoria las diferentes miradas y propuestas que fueron marcando rumbos políticos y culturales a lo largo de dos siglos.
La ruptura entre los dos intelectuales más importantes de la primera mitad del siglo XIX tuvo aristas que son analizadas desde distintos ángulos en el estudio preliminar de Marcos Mayer. “Para Alberdi no solo es necesario un cambio de perspectivas ante la caída del rosismo, sino también un cambio de tono. Mientras Alberdi mantiene un tono aparentemente desapasionado que produce una sensación constante de orden y transparencia en las ideas, el texto de Sarmiento es de una inteligencia desaforada que, frente al ideal clásico de la claridad que sostiene su oponente, se inclina por el arrebato del romanticismo. En la cuestión del tono, sobre la que Alberdi insiste constantemente y de la que Sarmiento se burla, está en juego una estética no solo de la política, sino del estado”.
Si Alberdi propone formas de argumentación, Sarmiento, en algo que es en él una forma de estilo, acumula argumentos en una prosa aluvional que no da respiro, más en un caso como este, en el que su furia no lo hace detenerse ante nada. En Sarmiento abunda el lenguaje desbordado, Alberdi en cambio trata de mantenerse siempre dentro de los límites de los textos de su adversario, a los que somete a una intensa disección.
