Dante expone aquí, bajo el signo del Sacro Imperio Romano y, por lo tanto, en función de una concepción cristiana de la vida, el concreto ideal histórico de una “monarquía temporal”, esto es, vinculada al tiempo y a sus vicisitudes, cuyo objeto, dentro de la esfera de las actividades humanas, es la felicidad en este mundo.
Alighieri, Dante
Prólogo de Juan Llambías de Azevedo
Traducción directa del latín de Ernesto Palacio
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