Insatisfecho frente a la situación de su tiempo, Kierkegaard exige la revitalización de la vida espiritual con un llamamiento a la radical autenticidad, a una postura en la cual todo el ser esté comprometido –tema retomado por el existencialismo en nuestros días–. Compenetración de lo real y lo ideal, identificación entre espiritualidad y existencia, su doctrina se subleva contra la sistematización filosófica hegeliana y la religiosidad mundanizada y oficializada, oponiéndoles los derechos de la individualidad y el deber de la opción.
Sören Kierkegaard nació en Copenhague en 1813 y murió en la misma ciudad en 1855. En 1843 publicó Temor y temblor, bajo el seudónimo de Johannes de Silentio.
Pocos libros expresarían como éste la problemática profunda de la fe y su autonomía frente a las otras formas de la espiritualidad.