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Las aventuras de Huck

… Huérfano de madre, y obligado a escapar de un padre alcohólico, se emancipa por un principio de innata rectitud. Él no cree ser virtuoso, pero su vida es un ejemplo de moral sin cánones. Huck, el hijo aterrorizado, y Jim, el negro esclavo que huye de los horrores de su condición, bajan por el río Misisipí “fuerza elemental que es realmente el héroe central de la obra”, en una balsa. Se unen en ese encuentro el instinto y la inocencia. Twain saca de esas dos bondades un símbolo: el poder elemental de las fuerzas morales en la vida y la afirmación del bien.