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Germania

(…) 2. El Rin, nacido en la inaccesible y escarpada cumbre de los Alpes Réticos, después de girar con suave curva hacia el occidente, se mezcla con el Océano. El Danubio, que mana desde una cima suave y poco elevada del monte Abnoba, pasa por muchos pueblos hasta que desemboca en el Mar Póntico con seis brazos; una séptima boca se agota en las lagunas.
II. En cuanto a los germanos, yo creería que son autóctonos y que se han mezclado poquísimo mediante la llegada o el acogimiento de otras gentes, porque quienes buscaban cambiar de residencia, antiguamente llegaban no por tierra sino con flotas, y del otro lado, el inmenso Océano, por así decir, opuesto, es visitado desde nuestro mundo por muy pocas naves. 2. ¿Quién, por otra parte, además del peligro de un mar espantoso y desconocido, abandonada Asia o África o Italia, se dirigiría, si no fuera su patria, a Germania, fea en sus tierras, áspera en el cielo, triste de habitar y de ver?
[Germania, I.1-II.2]